Las mujeres representan una pequeña parte de las personas detenidas, juzgadas y condenadas. Sin embargo, existe un enorme debate en el ámbito criminológico y jurídico sobre el trato diferencial que reciben con respecto a los hombres. En unos casos, se ha considerado que reciben un trato paternalista; en otros, que son tratadas de forma especialmente severa. En ambos casos, se estaría poniendo de relieve la vulnerabilidad de las mujeres que pasan por el sistema penal, que no deriva de su capacidad o madurez, sino del sistema de género que aún las discrimina de formas a veces muy sutiles.
Trabajos previos de nuestro grupo de investigación en el ámbito de la justicia juvenil nos habían permitido conocer si existe un trato diferencial en el sistema penal en España. Con JusTo hemos abordado esta cuestión en relación con las personas adultas, tanto a través del estudio de sentencias como de las opiniones de jueces y juezas. En este sentido cuatro resultados son especialmente destacables:
Las mujeres delincuentes siguen siendo muy poco visibles y los jueces entrevistados manifiestan cierto desconocimiento sobre ellas. Si bien argumentan que es reflejo del énfasis que se pone en el sistema español en los hechos que se juzgan y no en las personas a las que se juzga, sí demuestran un mejor conocimiento de la diversidad de hombres que pasan por el sistema, los delitos que cometen y sus circunstancias.
Nuestro trabajo no muestra un trato diferente de mujeres y hombres sistemático en el sistema penal en España. Pero el trato similar no necesariamente es equitativo, pues las mujeres reciben penas de prisión por delitos por tráfico de drogas, aun cuando tienen un papel marginal en las organizaciones o han sido coaccionadas o las han pillado la primera vez que han usado su propio cuerpo para traficar.
Por otra parte, hemos observado que algunas mujeres pueden ser tratadas de una forma más dura que otras. Los datos de sentencias indican que las mujeres reincidentes reciben penas de prisión en mayor medida y existe la percepción entre jueces y juezas entrevistados de que, en ocasiones, las juezas son especialmente severas con estas mujeres. Igualmente, su percepción de las mujeres delincuentes varía en función de su etnia u origen, lo que puede dar lugar a un trato discriminatorio durante el proceso, aun cuando no se manifieste en la sentencia.
Así pues, el trato que reciben las mujeres trata de ser igualitario y los jueces se perciben como neutrales e imparciales, pero apenas toman en consideración aquellas circunstancias que hacen especialmente vulnerables a las mujeres delincuentes y que se derivan de la desigualdad social que condiciona sus trayectorias vitales, también las delictivas.
De igual modo, este proyecto también ha tratado de analizar la situación de la mujer como trabajadora en el sistema penal. Más concretamente, hemos explorado la situación de las mujeres juezas en el sistema judicial español, abordando cuáles son los obstáculos que enfrentan a la hora de acceder y ascender en la carrera judicial.